¿Que hace una mujer del siglo XXI, mientras va o regresa de su trabajo en transporte público rezando una oración de casi 2000 años? ¿Que atracción existe en esta oración? ¿Que sentido tiene?
¿Cúal es el enigma de leer textos de hace 2000 años? Fácil respuesta: su sabiduría infinita de vida atenta, muestran el valor de conocerse en profundidad y encontrar en nuestra interioridad un modo de vivir lleno de belleza, bondad, amor, consciencia, y verdad disponible para todas y todos.
Hace 5 años aproximadamente aprendí la Oración de Jesús, la cual se remonta al año 180 D.C. conocida a través de los llamados Padres del desierto; así como en el Evangelio de Juan Jesús pide a los discípulos que oren en su Nombre.
Más allá de estas breves descripciones, me resulta más fácil compartir una experiencia a partir de estar caminando un día de lluvia. De repente, ves ese cielo nublado y no hay nada más, solo eso, como cuando decís la oración o estas en silencio contemplando el cielo.
Entonces en ese instante, nace desde el corazón un agradecimiento por ese momento, que se siente como encuentro, saciedad, serenidad: plenitud y quisieras besar el cielo por la gratitud de ese momento.
Una noche participando en la oración comunitaria sentí "La Oración de Jesús es una oración sin tiempo", aunque la pronuncie en este siglo y en este momento la Oración existe en el presente y más allá del tiempo; se ha repetido en 2000 años cuantos millones de veces?
Decir el Nombre de Jesús desde el corazón, a veces, es como un instante sin tiempo, vivo y eterno. Su Nombre creo, es energía luminosa, impregnada de las madres, padres del desierto y cantidad de personas que durante miles de años lo han pronunciado, creo que tiene esa carga llena de poder y amor.
Siento que pronunciar su Nombre en estos tiempos es muy necesario, es un acto en si mismo lleno de amor o al decir su Nombre te lleva a descubrir algo de eso que llamamos amor y a sentirlo incluso por desconocidos que viajan en el mismo transporte, de los cuales no tenés idea de sus historias de vida, ni de sus necesidades, ni de sus dolores y sin embargo desde lo profundo de tu corazón deseas que todos sean felices. De repente tu corazón siente un sentimiento por gente que nunca más vas a volver a cruzarte y les deseas eso.
Pronunciar su Nombre me ha transformado y lo sigue haciendo y estaré agradecida por ello para siempre. Paradójicamente decir el Nombre tiene un sentido inexplicable, tiene mas sentido quizás que todo lo que "hago", aunque gran parte de las veces no esté en contacto con ese sentido de lo cual apenas percibo una llamita.
Quizás toda mi existencia tenga real sentido gracias al Nombre y a la contemplación. Es como si uno se pusiera en contacto con un mundo interno desconocido con una profundidad bondadosa inimaginable experiencialmente.
Pronunciar su Nombre, sólo eso y al mismo tiempo Es todo.
Gracias querida Fraternidad. Feliz cumple¡¡¡ Dios los bendiga.
Señor Jesucristo hijo de Dios, ten piedad de nosotros. 😌💖
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