Entre el exceso y el vacío existe un punto intermedio

 

La moderación. ¿Cómo se perciben? 

Mis viajes solían ser extensos y llenos de aventuras. Luego de un largo tiempo sin viajar, inicié un breve viaje y en esta brevedad descubrí un disfrute enorme. 

¿Con que tiene que ver? Con la moderación y con los espacios de tiempo.  Antes cuando viajaba seguido lo disfrutaba y también sentía "cuando viajo soy feliz" y el resto del año ¿cómo vivo?. Luego descubrí que podía disfrutar sin necesidad de grandes aventuras externas. Empecé a encontrarme conmigo en plena ciudad, explorando que cosas deseaba hacer, aquellas que salieran del corazón, que fueran auténticas conmigo. Iniciar ese camino fue una de las razones por los cuales los viajes pasaron a segundo plano porque no necesitaba la experiencia del viaje para sentirme viva y con sentido en mi vida, porque ello lo encontraba viviendo en la ciudad, con mis proyectos y con  el contacto interior.

Etty Hillesum escribió en su libro "Un itinerario espiritual": "... Debo esforzarme por no perder el contacto con este cuaderno, es decir, conmigo misma; de lo contrario tendré problemas".

Es el contacto conmigo el que me ayuda a elegir, a disfrutar, a viajar, a ir encontrando la moderación. Esa moderación se produce por contraste, en mi caso al viajar con menos frecuencia, cuando viajo encuentro un disfrute enorme aunque sean cuatro días. Tomar un café, caminar por la ciudad, descubrir un parque, todo ello se vuelven regalos.

La moderación la descubro gracias a pasar por los excesos y vacíos. 

Gracias por leer. Abrazo luminoso.