La alegría de lo nuevo

Iniciar lo nuevo, aquello que esta en la cabeza en ideas, dando vueltas hace tanto tiempo necesita ser materializado y como todo proceso creativo lleva tiempo: probar, equivocarse, hacer, re hacer, respetar el vacío cuando no fluye, y encontrar las personas adecuadas. Si hay amor, atención, dedicación consciente que es casi todo lo mismo, toda esa energía direccionada hace que la cosa crezca, superando las dificultades propias de los procesos. El descubrimiento parece ser sobre uno con los otros, resulta valioso crear con otros y en esa interacción uno puede verse en el otro, clarificarse y aprender maneras adecuadas de decir las cosas. Mas allá del resultado de la cosa materializada que puede ser cercana o no a esa idea inicial, y habiendo asumido los costos y beneficios al hacerlo, aparece un regalo. Es un poder interior que acompaña y devela que cuando las cosas se hacen con atención, y accionado lo necesario que el proceso va mostrando -por ejemplo: resolver conflictos de modo eficaz-la idea se concreta. La alegría no se debe tanto a la cosa lograda, sino al proceso realizado, a los vínculos cosechados, a las experiencias compartidas. El regalo se produce al haber asumido el desafío de hacerlo. Si la interacción con los otros se hace de un modo prolijo, cuidando las relaciones, se produce un Bien quizás imperceptible o no para todos. Tratar a los otros con abundancia y respeto creo que es un modo de que todo se multiplique en esa energía. A veces, este modo de proceder, puede convertirse desde la mirada del otro, en un modelo -en el sentido de concretar sueños- y es un regalo inesperado y bello. Por qué sucede lo relatado de esta manera? Porque como dice Jeanne De Salzman en su libro La Realidad del Ser: "Donde está nuestra atención, esta Dios" Entonces todo lo relatado-al hacer con atención- acontece con la ayuda de una energía inteligente y divina. Gracias por estar ahí. Abrazo luminoso.

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