Foto del blog sacada con anterioridad al relato (uno de los gatitos del texto)
Parece una obviedad y recién ahora pude captarlo al vivirlo.
Es como si alguien me llevara delicadamente de la mano y dijera
ahora esto, y luego esto y después aquéllo, de un modo natural,
y los pensamientos sólo son los necesarios para hacer lo que necesita ser hecho.
Voy caminando a tomar el colectivo, digo la oración, algo me emociona
y llego a la parada. El colectivo se retrasa, pienso en tomar un taxi
porque voy a una clase, pero algo dice espera, entonces espero y aparece
el colectivo totalmente vacío, algo inusual tratándose de la zona de
Palermo, a las 18 horas cuando todos regresan a sus casas y agradezco.
LLego a la clase, la gatita de mi profe es tan amorosa, se me sube
y jugamos y la clase acontece amorosamente. Salgo, camino ya de noche
porque es otoño, cerca de unas vías, y detrás de un enrejado viven
dos gatitos, me paro a saludarlos, uno se acerca y maulla con intensidad, compro dos sandwichs,
con uno les alcanza porque los sandwichs son grandes, compro dos y no se por que.
Les doy uno, continuo caminando, un señor vive en la calle, me acerco y
le regalo el sandwich. Voy a cruzar la calle y un motociclista que venía
a gran velocidad se detiene y me hace seña para que cruce.
Pasan otras cosas hasta que llego a mi casa.
Todo este relato intenta contar como algo va tejiendo hechos
y aún en el ámbito acelerado de la ciudad, todo fluye a otro ritmo,
a un ritmo del presente- allí no hay miedo- rumeo-
ansiedad- juzgamiento- dudas- solo hay un hacer acertado, guiado, concreto.
Descubro el impacto de cada acción en el otro, eso me da una visión
sobre como los actos influyen en cada persona y en el acontecer de
cada día. Tomo conciencia -en ese momento- de la responsabilidad de mis actos
y de mi energía porque al fin es un ida y vuelta con el otro, con los otros.
Gracias por leer. Abrazo luminoso.
Gracias por poner tu experiencia en palabras y ofrecerla a todos. En todo testimonio hay un encuentro con "el otro". Bendiciones.
ResponderEliminarMuy cierto ese encuentro es precioso. Muchas gracias por tu comentario y por leer.
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